En los últimos años se han producido grandes avances tecnológicos, no ha sido una excepción el mundo de la estética, y las antiguas técnicas han mejorado enormemente. Este es el caso de los ultrasonidos que van posicionándose en nuestra vida cotidiana sin casi darnos cuenta. Conocemos muchas de sus aplicaciones en el campo de la fisioterapia como antinflamatorio y regenerador, en la construcción como medidor de distancias y volúmenes, en la industria como medio de corte de metales, en medicina como destructor de los cálculos renales, como medio para realizar las ecografías y una larga lista de utilidades varias.
El Ultrasonido también es uno de los mejores aliados de la belleza, en la limpieza facial es el número uno ya que realiza peeling, extracción, estimulación del colageno e ionización de una sola vez.
El aparato de limpieza ultrasónica está compuesto de una unidad central que permite variar la potencia, la vibración y el programa de aplicación y una pala metálica de acero inoxidable quirúrgico unida a la misma por un cable flexible.
En las ilustraciones podemos observar como se vaporizan los líquidos, se desintegran en minúsculas partículas las células muertas y suciedad que esta adherida e incrustada en nuestra dermis y como después, por medio de un masaje vibratorio y un programa de conexión iónica ,conseguimos una excelente recuperación de la misma.

La duración del tratamiento es de aproximadamente una hora y media, se nota una diferencia enorme con respecto a las limpiezas clásicas con vapor. Esta recomendada para cualquier tipo de piel, incluso las mas sensibles. La frecuencia de este tratamiento es generalmente de una sesión cada tres meses, varia en función del tipo de piel. En una piel grasa y comedónica se sugiere que se repita mensualmente y en una muy seca dos veces al año.
Esta indicada también para la limpieza de espalda, peeling corporal y tratamientos de acne.
Compatibiliza muy bien con el oxigeno, si se desea hacer en la misma sesión la duración sera de dos horas aproximadamente.